Los expertos advierten de que en España dos millones de jóvenes padecen anorexia y bulimia, sobre todo a partir de los 12 años. Un estudio de la Universidad de Bergen en Noruega mostró que los pacientes que sufren de desórdenes alimentarios, tales como la bulimia o la anorexia, experimentan un aumento sustancial de problemas en su salud dental. Por ejemplo se ha detectado una mayor incidencia de dientes sensibles, erosión dental severa o dolor facial.
El estudio subraya que más de una de cada tres personas (36%) que sufre desórdenes alimentarios tenían una erosión dental severa, comparado con el 11% del grupo de control. Las personas con un desorden alimentario también mostraron que sufrían frecuentemente dolores faciales y sequedad bucal, así como un incremento de la sensibilidad dental. El estudio también muestra que los vómitos asociados a algunos de estos desórdenes alimentarios pueden hacer que la salud oral sufra.
El doctor Nigel Carter, consejero delegado de la Fundación Británica de Salud Dental, explica las razones de esta pobre salud dental y proporciona un consejo para quienes la sufren:
Cuando vomitas repetidamente, como ocurre con ciertos desórdenes alimentarios, esto puede afectar severamente a la salud oral. El alto nivel de ácido en el vómito puede causar daño en el esmalte dental. El ataque frecuente de este tipo ácidos implica que la saliva de tu boca no tendrá la oportunidad de reparar naturalmente el daño causado. De ahí el aumento de la erosión observado en el estudio. La gente que sufra algún desorden alimentario debe preocuparse de, cuando sea posible, enjuagarse la boca lo antes posible después del vómito para reducir los efectos del ácido.
No es conveniente cepillarse inmediatamente después de vomitar, ya que esto podría arrastrar consigo parte del esmalte reblandecido. El uso de pasta dental con flúor ayudará a proteger la dentadura en el tiempo, y masticar chicle sin azúcar incrementará la producción de saliva y neutralizará los ácidos de la boca. El dentista puede prescribir también pasta de dientes con alto contenido de flúor para aumentar la protección de los dientes. Es recomendable aumentar la frecuencia de las visitas al dentista para asegurarse de que el problema no produce un deterioro mayor y para identificar un posible tratamiento.
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